David Meza lleva 500 golondrinas dentro
Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte
de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias
y los aeroplanos del calor. Vicente Huidobro.
Hace un año que se publicaba en España el libro completo de El sueño de Visnu, del mexicano David Meza, bajo el sello de la editorial independiente El Gaviero, hace un año que pudimos leer completamente, y en una edición preciosa, los versos que se quedan retumbando dentro de nosotros como si lleváramos también 500 golondrinas dentro o 500 versos dentro o 500 golpes de palabras dentro. Porque El sueño de Visnu es un golpe y un vuelo en picada.
Tengo nueve días para escribir un poema que dure novecientos noventa y nueve mil millones novecientos noventa y nueve milenios. Lo cierto, es que no podré. La poesía es como arrojar piedras a la nave espacial donde está Dios.
Con una ilustración de portada de Albert Solóviev y un epílogo del también poeta Omar Jasso, el libro se conforma por ocho capítulos: "Rebeca (o en la boca de la simetría)", "Luis (o el principio de la singularidad)", "Leonel (o en la orilla del sueño)", "Verónica (o el ADN del espíritu)", "Héctor (o en la tristeza de Batman)", "Mi nunca jamás (o las reescrituras de Luis)", "Édgar (o el D.F. se volvió un poema)" y "Marta (o en las ideas de la imposibilidad)".
Dentro del libro están las voces de poetas que han influenciado a Meza, está Huidobro, Zurita, Vallejo y más autores tanto clásicos como contemporáneos. Además de que la propia obra de David Meza está siendo influencia para autores jóvenes que empiezan a descubrir la poesía. El sueño de Visnu sin duda será referente para las siguientes generaciones y que tiene todo para convertirse en un clásico.
Mi vida. Mi vida no. Mi vida nunca. Mi vida nunca fue un pájaro sangrando estambre por las alas. Mi vida nunca llevó en el cráneo una corona de astillas. Mi vida nunca fue. Mi vida no fue ni será mañana una mariposa apresada en las trenzas de una chica. Mi vida no fue ni tampoco es hoy un viejo corazón de madera. Nací el 24 de junio de un año que se rehusó a ser éste. Mi padre estaba borracho de níquel y envuelto en aluminio. Mi madre me dio el nombre de Rebeca, y me talló los ojos con arena. Mi madre me dio el nombre de Rebeca, y me talló los ojos con arena. Tengo miedo. El miedo usa una corona de estrellas. Hace 3 días soñé que mi padre me golpeaba. Hace 2 días soñé que mi madre me cosía la boca. No me reconozco. Miro el espejo y encuentro a un ángel deshojando el mundo. Tengo el terrible deseo de gritar mi nombre. Tengo el abecedario tatuado en los tobillos. Nací el 24 de junio de mil novecientos violeta. Nací en una pradera de tuercas y filósofos llorando rocas y esquirlas y teorías astrogramaticales encima de una rosa. Mi vida nunca fue un pájaro con las entrañas llenas de estambre parado en la estructura ósea de una estrella.
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El sueño de Visnu (2014)
David Meza
521 páginas
El Gaviero Ediciones
$530
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