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Los pobres son la fuerza, de Ricardo Flores Magón


Mientras seguís esperando al Sr. Godot

podés leer sus libros.


Algunos creen que la mayoría de las reseñas son realizadas después de la respectiva lectura del libro en mención. O que basta con investigar un par de artículos colgados en la red, para realizar tu propia reseña. En esta ocasión, lo confieso, en El Astillero no hemos leído aún el libro y yo tampoco he curioseado en internet. Pero sentí el impulso de escribir esto. Más que una reseña, es una anécdota libresca. Menos que una anécdota libresca, es un recordatorio para mí mismo: de por qué tengo que esperar al fin de mes para hacerme de este libro.


Desde el momento en que sacaron los libros de la caja, junto con otros títulos, éste me pescó de inmediato. ¿Fue culpa y gracia del título? ¿De la estupenda fotografía (¡saludes a Matías Moyano!) en la portada? ¿O por pura curiosidad al ver por primera vez el nombre de la editorial? Quizá todo eso al mismo tiempo.


Se podría decir que el título es descaradamente populista: Los pobres son la fuerza. Pero al encontrar enseguida el nombre del autor, uno se cuadra con gusto y con respeto: Ricardo Flores Magón: el político, el periodista, el revolucionario, el anarquista, el desheredado, el asesinado. El mexicano nacido, más exactamente en Oaxaca en 1873, en humildísima cuna. El detenido a los diecinueve años en una protesta estudiantil contra la dictadura de Porfirio Díaz. El que redactó en 1918 un manifiesto dirigido a todos los anarquistas del mundo, donde exhortaba al levantamiento contra la opresión. El condenado a veinte años de cárcel por las autoridades norteamericanas. El que murió, prácticamente ciego y torturado, en una prisión de Kansas en 1922.


Y con curiosidad tomé el libro y comencé a ojearlo: los forros, las solapas, el papel: y sentí ganas de hojearlo. Y cuando uno hojea el libro: la tipografía, los tamaños, su acomodo: aparecen las ganas de leerlo. Y uno sabe que detrás de esa impresión grata y armoniosa (¡tan coqueta!), hay, más que un mero trabajo, un verdadero cuidado editorial que te invita a leer el libro. Y uno se emociona con la obra y con el objeto. Y entonces pienso en escribir un e-mail dirigido a los chicos de Ediciones Godot: para felicitarles por su trabajo, para agradecer que desempolven y saquen a pasear a Flores Magón por Latinoamérica, para decirles que me emocioné con el producto de su trabajo… y ni siquiera he leído el libro aún.


¡Pero qué ganas de entrarle a esos discursos!




Los pobres son la fuerza

Ricardo Flores Magón

Ediciones Godot

$380

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