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Día de las librerías independientes

TEJIENDO IDEAS

Este 21 de septiembre festejamos el Día de las Librerías Independientes. Se trata de una fecha que establecimos los miembros de la RELI (Red de Librerías Independientes), que agrupa ya a más de 50 establecimientos en toda la República mexicana. Coincide con el festejo internacional del Día de la Bibliodiversidad, o Día B, porque estamos convencidos de que, sin librerías, y particularmente sin librerías independientes, la bibliodiversidad sería impensable.

En ese, nuestro día, realizaremos diversas actividades que tienen el propósito, por un lado, de atraer la atención del público lector. Pero también queremos, por el otro, propiciar la reflexión en torno al complejo ecosistema del libro en nuestro país que vive en la bibliopobreza, víctima de un círculo vicioso que queremos convertir en un círculo virtuoso.

La realidad es que son pocos los lectores de libros en México. Desde hace décadas nos preguntamos cómo impulsar el gusto por la lectura entre la población. Ante una población de alrededor de ciento treinta millones de habitantes, apenas contamos con una cantidad mal cuantificada de librerías que no llega a dos mil en el imaginario más optimista, ni supera las setecientas en el de los más realistas. Esto significa que ni en el mejor de los casos contamos con una librería para cada uno de los 2458 municipios del país ni las 16 alcaldías de la Ciudad de México. Un panorama ciertamente triste.

A eso podríamos sumar el escalofriante escenario de un sistema bibliotecario poco más que miserable. Se habla de que hay poco más de siete mil bibliotecas en México, la mayor parte de ellas mal dotadas. En promedio poco más de dos por municipio. En suma: el libro no está al alcance de la población. Si el lector real o potencial no tiene libros disponibles, ¿cómo potenciar la lectura? No hay lectores, es cierto, pero tampoco hay libros en su entorno. Es paradójico: jamás había contado la humanidad con tantos títulos diversos como hoy en día. Pero ¿de qué sirve si esos títulos no están en manos de la población?

Allí es donde cobra importancia la librería independiente, la librería de barrio. No es sino a través de ella como podremos atraer al lector al libro y a la lectura. ¿Por qué? Porque la librería de barrio se dibuja como un proyecto de gestión cultural que busca acercarse a la gente, hacerse eco de su cosmovisión y solidarizarse con sus necesidades sociales y culturales. Multiplicar las librerías independientes, las librerías de barrio, como una creciente red interconectada con una misión compartida, debe ser un objetivo estratégico de nación. Todo barrio debe contar con una librería. Y toda librería debería contar con mecanismos para ofrecer, independientemente de su tamaño, de toda la bibliodiversidad disponible. Por eso, y para eso, estamos trabajando en la RELI. Por ello, y para ello, hemos lanzado la convocatoria a festejar el Día de las Librerías Independientes este 21 de septiembre. Porque creemos en un México plural, diverso, democrático, incluyente, culto y lector. Hoy somos cincuenta librerías de barrio, cincuenta librerías independientes las que convocamos a autores, editores y lectores a festejar el libro y la lectura. Aspiramos a que mañana seamos cientos, miles más en toda la República. Por eso, en este mes patrio, ¡que vivan las librerías independientes!


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