¿Eres un personaje liviano o pesado? Una reseña sobre Los de abajo
Los de abajo
Mariano Azuela
Fondo de Cultura Económica
$150.00
Kundera tiene una clasificación para los personajes en una narración: los livianos y los pesados. La diferencia entre los dos es bastante clara. Los pesados son los que se imponen a las circunstancias, es decir, de ellos depende el curso que tendrá la historia. El ejemplo más claro y clásico es Romeo y Julieta: dos jóvenes están dispuestos a hacer todo lo posible por estar juntos, sin importar la enemistad que existe entre sus familias, sus decisiones son firmes y moldean la narración, las llevan hasta las últimas consecuencias.
Los personajes livianos, en cambio, son los que se ven envueltos en las circunstancias de la historia sin nada más que puedan hacer, sus decisiones no tienen ningún peso en la historia. La narración se les impone. Tal es el caso en Los de abajo, de Mariano Azuela, en donde sus personajes actúan de manera errática dentro del caos de la Revolución mexicana. Luchan sólo por luchar, no buscan la gloria, no persiguen ningún ideal; más que atrapados en la guerra, parecen estar perdidos en la historia, aprovechan cualquier excusa para beneficiarse.
La historia inicia cuando un par de federales intenta violar a la esposa de Demetrio Macías, pero huyen cuando él aparece. Este evento obliga a Demetrio a buscar otro lugar donde refugiarse, pues probablemente los federales regresen a matarlo. Con el tiempo, Demetrio se integra a la Revolución y se vuelve jefe de un pequeño grupo de liberales. Luis Cervantes, quien aparece pronto en la historia, acompaña a Demetrio y sus hombres, y parece ser el único en darse cuenta del absurdo y de los abusos que los revolucionarios cometen, y por lo mismo, nunca tiene la simpatía de la tropa que, bajo el pretexto de vengarse de los federales y caciques, terminan cometiendo actos más atroces y sin sentido que quienes, en un principio, los hostigaban.
El libro, más que una novela, parece un documento descarnado de los hechos violentos de una etapa que durante todo el siglo pasado, fue la más sangrienta y estremecedora del país.
