Sudor añejo y sardina/Enrique Blanc

Enrique Blanc es un habitante y observador de la noche, sabe ubicarse en el lugar donde aparecerá el anuncio de la muerte y mantenerse en la frontera: pasión y distancia son las armas de su narrativa. Sus relatos han sido construidos con la paciencia de un observador discreto y las atmósferas que crecen en sus relatos hablan de un territorio oscuro, pero transitable: los bares atestados de rufianes, los hoteles baratos, las prostitutas que sueñan con marcharse, la obsesión por la belleza que se muere a destiempo o la epopeya de los desquiciados, la tragedia muda que en la madrugada se vuelve escandalosa y las mujeres que se hacen presentes cuando la muerte se olvida de sí misma.