Te voy a hablar de la piedra rota y de los trasueños,
de la palabra que pedí prestada y el ojo bobo que robé
a la niña de enfrente:
la niña de los cabellos limpios y olorosos,
esa que por las noches
se trepaba en mi balcón desabriendo los espejos y
afilaba sus uñas en la mader...